Cronológicamente, el quinteto Alsur vino antes que La Marraqueta. Liderados por el guitarrista del jazz-rock Edgardo Riquelme, en 1986 acertaron en la dirección indicada entre cuatro alternativas cardinales. Hicieron música del sur con un punto de vista jazzístico y de fusión. Pero los tres miembros de La Marraqueta original ya venían apuntando tendencias hacia la inspiración latinoamericanista de su música incluso antes pasar por Cometa, la misma banda donde militó Riquelme. Desde 1992, el baterista Pedro Greene, el bajista Pablo Lecaros y el pianista Andrés Pollak pasaron a llamarse La Marraqueta y a plantear una estética muy definida que en este tercer álbum, La Marraqueta III, cae muy bien parada: la "fusión criolla".
La Marraqueta (1995) y Sayhueque (2000) fueron los dos ensayos previos de este grupo que dejó de ser trío a mitad de viaje. Hoy suman al guitarrista Mauricio Rodríguez (ex La Banda del Capitán Corneta y del grupo de Joe Vasconcellos). En La Marraqueta III, Rodríguez puede reverberar el ambiente con guitarra eléctrica de capas, practicar un solo de sonido jazzístico muy limpio o rasguear una guitarra criolla sobre ritmos campesinos. Es el cruce que La Marraqueta buscaba desde sus comienzos. Por ejemplo, en "Manso camino", de Pablo Lecaros, sigue soplando el aire ancestral y chamánico que el bajista dio antes a "Mapu blues" (incluida en su disco solista Quinto-primero, 2003). En "Ella está a prueba", aparece una tonadilla instrumental y luego unos grooves sucesivos de jazz-funk y en "Belah" hay trotes cuequeros en medio segmentos de improvisación post bop. "Los gringos se vuelven locos con esto, porque no lo entienden. No saben que existe y que se puede tocar", dice Greene.
En todo el tránsito de los casi 80 minutos de música sorprende el trato de Pollak hacia el piano-piano. Porque siempre fue un músico al que conocimos frente a teclados de última generación. Hoy parece decir "cambio Rhodes por Steinway". Y por lo expuesto en piezas como "Cleopatra", "De vuelta" o "Al mar", nosotros decimos "hecho". Sólo se revela el lado jazz-rockero de Lecaros, Greene y Pollak en "Cometa", un clásico que tiene 25 años. Es la pieza de improvisación y jazz-funk con que comenzaron a tocar estos músicos en 1981 y que al final dio el nombre al grupo Cometa. Son los miembros de la generación de la fusión en Chile en años de una madurez que se nota en los discos. Partiendo por Ernesto Holman (con Ñamco, 2003) y su fusión de inspiración mapuche. Y siguiendo por el mandolinista Antonio Restucci (con Crisol, 2005) y sus invitados europeos, el bajista Jorge Campos (con La ausencia de lo sagrado, 2004) a la cabeza de un "kuarteto" o como integrante del Araukania Kuintet, el pianista Pablo Paredes (con Americana, 2006), y sus experimentos latinoamericanistas en Alemania, y el bajista Marcelo Aedo (con Norte verde grande, 2005). Y los hombres de esta Marraqueta, con el mejor de sus tres álbumes.
La Marraqueta (1995) y Sayhueque (2000) fueron los dos ensayos previos de este grupo que dejó de ser trío a mitad de viaje. Hoy suman al guitarrista Mauricio Rodríguez (ex La Banda del Capitán Corneta y del grupo de Joe Vasconcellos). En La Marraqueta III, Rodríguez puede reverberar el ambiente con guitarra eléctrica de capas, practicar un solo de sonido jazzístico muy limpio o rasguear una guitarra criolla sobre ritmos campesinos. Es el cruce que La Marraqueta buscaba desde sus comienzos. Por ejemplo, en "Manso camino", de Pablo Lecaros, sigue soplando el aire ancestral y chamánico que el bajista dio antes a "Mapu blues" (incluida en su disco solista Quinto-primero, 2003). En "Ella está a prueba", aparece una tonadilla instrumental y luego unos grooves sucesivos de jazz-funk y en "Belah" hay trotes cuequeros en medio segmentos de improvisación post bop. "Los gringos se vuelven locos con esto, porque no lo entienden. No saben que existe y que se puede tocar", dice Greene.
En todo el tránsito de los casi 80 minutos de música sorprende el trato de Pollak hacia el piano-piano. Porque siempre fue un músico al que conocimos frente a teclados de última generación. Hoy parece decir "cambio Rhodes por Steinway". Y por lo expuesto en piezas como "Cleopatra", "De vuelta" o "Al mar", nosotros decimos "hecho". Sólo se revela el lado jazz-rockero de Lecaros, Greene y Pollak en "Cometa", un clásico que tiene 25 años. Es la pieza de improvisación y jazz-funk con que comenzaron a tocar estos músicos en 1981 y que al final dio el nombre al grupo Cometa. Son los miembros de la generación de la fusión en Chile en años de una madurez que se nota en los discos. Partiendo por Ernesto Holman (con Ñamco, 2003) y su fusión de inspiración mapuche. Y siguiendo por el mandolinista Antonio Restucci (con Crisol, 2005) y sus invitados europeos, el bajista Jorge Campos (con La ausencia de lo sagrado, 2004) a la cabeza de un "kuarteto" o como integrante del Araukania Kuintet, el pianista Pablo Paredes (con Americana, 2006), y sus experimentos latinoamericanistas en Alemania, y el bajista Marcelo Aedo (con Norte verde grande, 2005). Y los hombres de esta Marraqueta, con el mejor de sus tres álbumes.
La Marraqueta "III" (2005, Caleta/Fondart).
1. Belah.
2. Al mar.
3. Manso camino.
4. De vuelta.
5. Ella está a prueba.
6. Cometa.
7. Cleopatra.
8. Camel blues.
9. Natalicio.
Personal: Andrés Pollak (piano acústico, piano Rhodes y sintetizadores),
Mauricio Rodríguez (guitarra y cuatro),
Pablo Lecaros (bajo, guitarra acústica y voz),
Pedro Greene (batería, cajón, percusiones y voz)
Invitada: Paz Court (voz).
Producción: Pedro Greene.
Duración: 79’26’’.
www.lamarraqueta.com
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